Creaciones de forma: Diseños Industriales.

DISEÑO INDUSTRIAL

Un diseño industrial añade valor a un producto, lo hace más atractivo y llamativo para los clientes e incluso puede ser el motivo principal de compra del consumidor.

Al proteger un diseño en la OEPM (Oficina Española de Patentes y Marcas), su titular obtiene el derecho exclusivo de impedir que terceros lo reproduzcan o imiten sin su autorización, pero además hay otros beneficios adicionales: 

     • Distingue nuestros productos de los competidores.
     • Mejora la imagen de una empresa.
     • Es un derecho que puede cederse o venderse, lo que ayuda a obtener ingresos adicionales.

Si su mercado va a ser la Unión Europea, una vez que haya solicitado su Diseño en España, y en el plazo de seis meses a partir de la fecha de solicitud, podrá solicitar un Diseño comunitario con validez en los 27 países de la Unión Europea, concedido por la European Union Intelectual Property Office (EUIPO). También se puede solicitar directamente el Diseño Comunitario sin necesidad de solicitarlo previamente en España. 


Los dos requisitos que se deben cumplir para registrar un diseño en España son:

     • El diseño debe ser “nuevo”, se considera que un diseño es nuevo si no se ha hecho público ningún otro diseño idéntico antes de la fecha de presentación de la solicitud de registro. 
     • Debe tener “carácter singular” que supone que la impresión que produce en un usuario informado difiere de la impresión general que haya producido otro(s) diseño(s) anteriore(s).


Pero no se pueden registrar como diseños:

     • Aquellos que responden sólo a una función técnica.
     • Símbolos o emblemas oficiales (como la bandera nacional).
     • Contrarios al orden público.


El diseño Industrial otorga a su titular un derecho exclusivo (a utilizarlo y a prohibir su utilización por terceros sin su consentimiento), sobre la apariencia de la totalidad o de una parte de un producto, que se derive de las características formales; líneas, contornos, colores, forma, textura de los materiales del producto en sí, o de su ornamentación. Pueden protegerse como diseño industrial productos tan variados como un sofá o un vestido hasta el escaparte de una tienda o el aspecto interior de un restaurante. 

Los diseños podrán ser bidimensionales o tridimensionales. Por lo tanto, sirven para proteger la forma de un producto, objeto, envase, mueble, o incluso un dibujo o un diseño siempre que cumplan con los requisitos de novedad y carácter singular, es decir, que no sea un diseño familiar o comúnmente conocido por el público consumidor.
Con una única solicitud se pueden presentar hasta 50 diseños distintos siempre que se encuentren dentro de una misma gama de productos. La vida máxima del diseño industrial es de 25 años renovables cada 5 años.